Para Lupita Cobeña sembrar en el huerto urbano de la parroquia Picoazá ha sido una experiencia única con la naturaleza. “Tener de cerca el olor de la tierra y sembrar con nuestras propias manos los alimentos orgánicos que llevamos a nuestras mesas es un proceso muy valioso”, resalta.
Ella, junto a un grupo de mujeres de 7 familias de Picoazá, han puesto mucho empeño y dedicación para mantener en óptimas condiciones el huerto orgánico de su parroquia.
Esa misma motivación la tienen los encargados de los huertos de la parroquia Colón, de la ciudadela El Florón y del parque El Mamey.
Estos se han convertido oficialmente en los cuatro huertos comunitarios de Portoviejo, avalados por la municipalidad y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), que ejecuta el proyecto donde Portoviejo es parte de una iniciativa piloto global.
John Quimís, presidente del huerto El Florón, señala que participar en este proceso ha sido productivo. “La comunidad ha aprendido cómo cultivar alimentos sanos. Y eso es lo mejor, que los productos que consumimos están libres de fertilizantes y químicos”, explica John.
De este proyecto, que es parte del Plan de Soberanía Alimentaria que ejecuta el municipio de Portoviejo, se han beneficiado 200 familias portovejenses que han aprendido técnicas de siembra, cuidados, cosecha, conservación de los productos, resiembra y más, destaca Leonardo Sabando, director municipal de Desarrollo Económico y Productivo.
“Ya cuentan con certificaciones como huertos comunitarios que garantizan alimentos saludables. Estos productos orgánicos ya pueden comercializarse en las bioferias apoyadas por la municipalidad”, agrega Sabando.
En los huertos se siembran toda clase de productos alimenticios, entre ellos: lechugas, pimientos, pepinos, zanahorias, tomates, remolachas, col, cilantro, calabacines; además, plantas medicinales y aromáticas.
Según información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, esta iniciativa agroecológica está asentada en tres países: Ruanda, Senegal y Ecuador. Portoviejo es la única ciudad seleccionada en el país y a nivel de América Latina y el Caribe, gracias a su reconocimiento por la UNESCO como Ciudad Creativa en Gastronomía.