Un Boeing 737-800 de China Eastern se estrelló este lunes 21 de marzo de 2022, en la provincia meridional china de Guangxi con 132 personas a bordo en la peor catástrofe aérea civil registrada en el país asiático desde 2010.
El avión, que realizaba el trayecto entre las ciudades de Kunming (suroeste) y Cantón (sureste) se estrelló con 123 pasajeros y 9 miembros de la tripulación a bordo, recogió la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) en un comunicado publicado varias horas después del accidente.
En un primer momento, la televisión estatal CCTV informó de que había 133 personas a bordo del vuelo MU5735, que despegó a las 13:15 hora local antes de precipitarse a tierra en la región de Guangxi (sur) sin que por el momento se conozcan más detalles ni si hay supervivientes.
Tampoco hay información sobre lo que habría provocado el accidente: “La precisa naturaleza del incidente permanece sin determinar”, informó CCTV sin dar más detalles.
La última tragedia aérea de la que informó la aviación china fue el 24 de agosto de 2010, cuando un vuelo de Henan Airlines se estrelló en la ciudad de Yichun, en la provincia nororiental de Heilongjiang, causando la muerte de 44 personas.
No obstante, en 2016 murieron cinco personas en otro accidente en Shanghái (este), el de un hidroavión de la compañía Joyair que efectuaba su vuelo inaugural con diez personas a bordo.
El diario oficial Global Times se apresuró a recordar que, a fecha de febrero, se habían superado las 100 millones de horas de vuelo seguras en China, la mejor marca en la historia del país.
Las tareas de rescate, en marcha
Equipos de rescate enviados desde diferentes puntos del sur de China se dirigieron al lugar para iniciar -una vez extinguido el fuego- las labores de búsqueda aunque con pocas perspectivas de encontrar supervivientes, dada la altura desde la que el aparato se precipitó al suelo, según imágenes difundidas en las redes sociales.
Las informaciones disponibles por el momento apuntan a que se han desplegado más de 650 efectivos en la zona -en el condado Teng de la localidad de Wuzhou, en Guangxi– así como 23 camiones de bomberos.
Los equipos de rescate lograron apagar el fuego alrededor de las 17: 00 hora local, según la cadena estatal.
Tras el suceso, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró sentirse “conmocionado”, y el Consejo de Estado (Ejecutivo) formó un comité para investigar tanto las causas del accidente “lo antes posible” como otros posibles problemas de seguridad en el sector de la aviación civil con el objetivo de “garantizar la absoluta seguridad de las operaciones de aviación”.
El vuelo tenía una duración prevista de una hora y cuarenta minutos, en la que el aparato, de casi siete años de antigüedad, debía recorrer los 1 357 kilómetros que separan Kunming de Cantón.
Según datos del portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24, la aeronave volaba a las 14:19 hora local a una altitud de 29 100 pies (8 870 metros) cuando, a unos 55 kilómetros al oeste de la localidad de Wuzhou, comenzó a descender.
El último punto de contacto del vuelo, según el citado portal, fue a unos 25 kilómetros al suroeste de Wuzhou, a una altitud de 3 225 pies (989 metros), a las 14:22 hora local, lo que supondría que en apenas tres minutos el aparato descendió casi 8 000 metros.
Cina Eastern y Boeing caen en la bolsa
Menos de una hora después de que se confirmara el suceso, la página web y la aplicación de la aerolínea China Eastern, la segunda del país, fundieron sus pantallas a blanco y negro en señal de luto por el accidente.
También ordenaron que todos los aparatos 737-800 permanezcan en tierra tras el accidente hasta que se tengan más datos sobre lo ocurrido, según la prensa local.
Tras el siniestro, hacia las 17.15 hora de Pekín (09.15 GMT), las acciones de China Eastern en Nueva York perdían un 16,03 % durante las negociaciones previas a la apertura del mercado, según el portal de noticias económicas Yicai.
Ese mismo medio indica que también se resintieron con fuerza hacia esa misma hora los títulos de Boeing, que rebajaban su valor en un 8 % en Londres y un 6,6 % en Nueva York.
En los últimos meses, la compañía estadounidense parecía encontrarse cada vez más cerca de volver a conseguir la autorización para que sus 737-MAX -un aparato diferente al accidentado- volasen de nuevo en China tras su prohibición en marzo de 2019 después de dos accidentes, en Etiopía e Indonesia, que provocaron la muerte de casi 350 personas.
Fuente: El Comercio