Médicos señalan que varias personas han sorteado el Covid-19 debido a tres posibles razones: un sistema de defensa innato, la producción de linfocitos T y la denominada ‘inmunidad cruzada’.
Es una de las grandes interrogantes del Covid-19: qué tienen algunas personas que no se infectan. Este es el caso de Maribel Erazo, quien asegura que es inmune al Covid-19. En los dos años de pandemia, esta mujer de 53 años no se ha contagiado, a pesar de que su esposo y su hijo han tenido que luchar dos veces contra la enfermedad.
“Cada vez que mi esposo o mi hijo se han enfermado me he realizado pruebas PCR, pero el resultado siempre ha sido negativo”, relata.
Erazo dice que nunca ha tenido síntomas y que ha podido realizar sus actividades cotidianas sin ningún problema.
Una situación similar es la de Hugo Toscano. Sus dos hermanos con los que vive en el valle de Los Chillos, en el suroriente de Quito, y varios compañeros de trabajo han contraído la enfermedad, pero él ha logrado sortearla.
“No entiendo cómo no me he enfermado, pero por suerte ha sido así. En las pruebas que me he hecho nunca he salido positivo, sigo invicto frente al Covid-19″, dice.
El investigador de la Universidad de las Américas, Nikolaos Kyriakidis; y el epidemiólogo de la UTE, Daniel Simancas, explican las posibles razones por las que algunas personas han esquivado al virus: un sistema de defensa innato, la producción de linfocitos T y la denominada ‘inmunidad cruzada’.
Kyriakidis dice que hasta el momento hay dos estudios elaborados en el Reino Unido que se han centrado en estudiar el comportamiento de estas personas, conocidos como los ‘superinmunes’.
Respuesta inmune y adaptativa
Kyriakidis explica que hay personas que nacen con variantes genéticas que se activan y actúan rápidamente cuando detectan un determinado virus o enfermedad como el SARS-CoV-2.
“Estas variantes genéticas, como su nombre lo dice, acompañan a las personas desde que nacen y lo que hacen es bloquear el ingreso de algún tipo de enfermedad”, agrega.
A esta condición natural se suma la denominada respuesta adaptativa. “Esta, en cambio, tiene que ver con la producción de anticuerpos y linfocitos T”.
El especialista dice que los anticuerpos se crean luego de que una persona recibe una vacuna.
El problema es que los anticuerpos que luchan contra el Covid-19 tienden a disminuir.
“Por eso es importante tener el esquema completo y la dosis de refuerzo”. Nikolaos Kyriakidis, investigador de la UDLA
Mientras que los linfocitos T son células especializadas del sistema inmunitario que reconocen a todos los coronavirus que circulan en un determinado territorio.
“Los linfocitos T no bloquean el ingreso de la enfermedad. Su trabajo es eliminar las células contagiadas”, señala el investigador.
Y dice que “la principal ventaja frente a los anticuerpos es que son más resistentes y de mayor duración”.
Factores virales
El epidemiólogo Daniel Simancas sostiene que hay personas que han desarrollado memoria inmunológica tras haberse contagiado con otros tipos de coronavirus.
“Esas infecciones anteriores hacen que el sistema inmunitario rastree al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) que quiere ingresar al organismo para que pueda defenderse con esa memoria inmunológica producida en el pasado”, explica.
A este proceso se conoce como “reacción inmunológica cruzada”, que también se desarrolla cuando el organismo crea anticuerpos luego de haber tenido contacto con otras enfermedades como la influenza.
“Al ser enfermedades virales, hay anticuerpos que se activan y que pueden proteger contra el Covid-19. No es muy común, pero puede ocurrir”, señala Simancas.
Y añade que dentro de los factores virales también hay que tomar en cuenta la carga viral a la que están expuestas algunas personas.
Por ejemplo, es posible que una persona haya contraído la enfermedad en su trabajo y luego llegue a su casa con una baja carga viral que no sea suficiente para contagiar a su familia.
“También puede pasar que las personas hayan tomado a tiempo las medidas de bioseguridad, sobre todo el aislamiento del paciente”, señala.
Una última explicación por las que algunas personas no se han contagiado es el tiempo que han estado expuestos al virus.
Kyriakidis recuerda que los primeros y últimos tres días de la enfermedad son los menos contagiosos. “Si una persona estuvo en contacto con un paciente en ese período muy probablemente no se contagiará”.
Los dos médicos coinciden en que las personas que no han contraído Covid-19 no deben confiarse y, por el contrario, deben mantener las medidas de bioseguridad.
Fuente: Primicias ec