“Con este crédito de $ 9.000 hacemos realidad tu proyecto”, “tu préstamo a cuotas de $ 511 y hasta 60 meses plazo está listo”, “ahora puedes pedir un préstamo de hasta $ 7.395 desde tu app móvil, sin garante, con un solo clic y el dinero está en tu cuenta en 24 horas”, estos son algunos de los mensajes de tres bancos diferentes que ha recibido Julio Córdoba en estos dos últimos meses.
Afirma que el ofrecimiento de créditos le llegan por WhatsApp, vía e-mail, llamadas telefónicas o por notificaciones de las apps (en el caso de las instituciones de las cuales es usuario). Indica que algunos de estos mensajes le han llegado de bancos de los cuales no es cliente.
“Un banco en el que ni cuenta de ahorros tengo me ofreció un crédito por cerca de $ 20.000. Sin garantes y en 24 horas tenía el dinero en una cuenta. Aunque estuve tentado de aceptar porque quería comprarme un carro, rechacé la oferta”, dice.
La que sí aceptó este tipo de créditos fue Teresa Martínez. Cuenta que un día le llegó un mensaje desde la app móvil de su banco ofreciéndole un crédito por $ 5.000, sin garante, sin papeleos. En menos de 24 horas tenía el dinero en su cuenta.
Si bien el dinero le sirvió para realizar una pequeña remodelación en su casa, Teresa comenta que no se percató de la tasa de interés que le cobraron: “Ya luego pregunté en otros bancos y me ofrecieron tasas hasta con un punto menos de la que yo acepté. Por el apuro y la falta de tiempo no revisé eso”. El crédito lo pagará en tres años.
Héctor Delgado, analista económico, confirma que no fijarse en las tasas de interés en este tipo de créditos que da la banca es algo recurrente en los usuarios. Incluso no hay cuidado en saber si la tasa que se aceptó es fija, reajustable o de promociones específicas que solo están por un periodo determinado dentro del plazo del crédito.
Este tipo de préstamos son considerados de consumo y la tasa de interés máxima actual es de 15,60 % anual, pero hay instituciones financieras que la establecen en 14,90 % o 14 %.
Delgado afirma que antes de aceptar este tipo de préstamos el usuario debe analizar si realmente necesita el dinero porque no hay que endeudarse “sin tener un fin”. “También tienen que analizar si pueden pagar el crédito porque actualmente hay ofertas de bancos que por poco te dicen que firmes y te dan el dinero”, dice.
Añade que también se debe consultar otros costos que por lo general se incluyen en este tipo de créditos como los valores por seguros de desgravamen, de cesantía (por si el usuario se queda sin empleo) o lo que se conoce como encargo fiduciario y que pueden elevar el valor de las cuotas.
Jorge Calderón, analista económico, concuerda con Delgado en considerar de suma importancia fijarse en la tasa de interés que ofrece el banco para que después no resulte un cuello de botella para el usuario la cancelación de estos créditos.
También aconseja a la ciudadanía que antes de aceptar estas ofertas y enviar datos sensibles, en especial las que se envían por WhatsApp, se confirme que se trate de una institución financiera real y que esté bajo la supervisión de los organismos de control del país y no se aparte del sistema financiero nacional.
“Hay que tener cuidado. Porque ahora tratan de engañar (delincuentes) con tasas convenientes, montos atractivos, plazos largos. Hay que ir a una agencia bancaria para que se pueda confirmar todos los datos de la oferta, entrar a la página web y confirmar los canales de comunicación”, explica.
En agosto pasado, el saldo de la cartera bruta de créditos otorgado por la banca privada alcanzó un valor de $ 37.074 millones. Los créditos destinados a sectores productivos, vivienda y microcrédito se ubicaron en 61 % del total. Por otro lado, el crédito destinado al consumo fue el 39 % del total, que equivale a un saldo de $ 14.558 millones, según datos de Asobanca.
En tanto, el saldo acumulado de la cartera por vencer del segmento de consumo cerró en agosto en $ 13.796 millones. Esto implicó un crecimiento mensual de 3 %. En términos anuales, se contabilizó un crecimiento de 21,7 %, lo que representa $ 2.456 millones más en el saldo de la cartera de consumo con relación al año anterior.
En el sector cooperativo el saldo de la cartera bruta de créditos otorgado alcanzó los $ 15.385 millones. De este total, el crédito destinado al consumo fue de 51 %, que equivale a un saldo de $ 7.875 millones. Además, el saldo acumulado de la cartera por vencer de créditos de consumo cerró en $ 7.601 millones. Esto implicó un crecimiento mensual de 2,2 %. En términos anuales, se contabilizó un crecimiento de 24,9 %, lo que representa $ 1.514 millones más con relación al año anterior.
Fuente: El Universo