Más mujeres pudieron conseguir una plaza laboral en febrero pasado. Aunque lograron tener una ocupación, los ingresos promedio que perciben son menores.
Así lo demuestran los datos de la encuesta mensual de empleo del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC).
El mes pasado, la tasa de desempleo femenino tuvo una variación significativa, al disminuir 2,2 puntos porcentuales. Esto evidencia la incorporación de más mujeres al mercado laboral.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que, luego de la época más difícil de la pandemia, la recuperación del empleo femenino ha sido más intensa a la del empleo masculino.
Pero esta dinámica no ha sido suficiente para compensar la mayor pérdida de empleo y la mayor reducción de la oferta de las mujeres en la primera mitad de 2020.
De los 23,6 millones de ocupaciones femeninas perdidas en la América Latina y el Caribe se recuperaron cerca de 19,3 millones, entre el segundo trimestre de 2020 y el tercer trimestre del 2021.
Es así que aún falta recuperar algo más de 4 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres.
En Ecuador, la tasa de empleo femenino se incrementó el mes pasado al pasar de 92,9% a 95,1%.
Sin embargo, la cantidad de mujeres que tienen un empleo adecuado; es decir, donde trabajan mínimo ocho horas y ganan al menos el salario básico, es todavía baja.
Este tipo de empleo lo tienen apenas 24 de cada 100 mujeres. Esta cifra además demuestra las brechas de género en el mercado laboral; ya que es menor a la cantidad de hombres con un empleo adecuado, que es 38 de cada 100.
El resto de mujeres, que no tiene un empleo pleno, laboran en el subempleo, otro empleo no pleno o tienen un empleo no remunerado.
Si bien ahora más mujeres cuentan con una actividad laboral, lo han hecho sacrificando sus salarios. En febrero, el ingreso promedio mensual de las mujeres fue de USD 360. Este tuvo una reducción de USD 29,70, frente a lo que ganaba en promedio una mujer en el mismo mes del año pasado.
Si se compara con lo que recibían antes de la pandemia, la caída es de más de USD 60. La reactivación económica, por ejemplo, con el regreso a clases presenciales, ha impulsado a que los hogares requieran de al menos dos ingresos. Es por eso que algunas mujeres aprovechan cualquier oportunidad, afirma María Cecilia Holguín, cofundadora de Grupo Lila, empresa enfocada en el desarrollo integral de la mujer.
Ahora trabajan medio tiempo o por horas para tener un ingreso, que puede ser menor a lo que ganaban antes. A esto se suma que negocian menos su salario frente a los hombres, acotó.
Fuente: El Comercio