Un año y cuatro meses después del inicio de la vacunación contra el COVID-19, Ecuador no alcanza a inocular a todo el grupo objetivo de la población: 16‘760.152 habitantes. Y, desde hace más de un mes, el uso de la mascarilla ya no es obligatorio en lugares abiertos ni cerrados.
Según el vacunómetro, una herramienta creada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) para conocer cómo avanza el plan de inoculación, un 87,13 % ha recibido la primera dosis (14′603.121); un 83,37 % (13′972.509), la segunda.
Los porcentajes decaen en la tercera y en la cuarta dosis o refuerzo; esto con cifras al 27 de mayo del 2022.
La tercera inyección o primer refuerzo la ha recibido un 37,10 %; y el segundo refuerzo, 369.546 personas, aunque cabe recordar que este último es para las personas de 50 años o más y para grupos priorizados y con un lapso de cuatro meses desde la tercera dosis.
El lunes pasado, antes de las 11:00, unas 20 personas hacían fila, sentadas, en el Centro Deportivo Metropolitano, en el norte de la ciudad, para acceder a la vacunación. Había tres brigadas de inoculación.
Wilson Paladines, de 58 años, se acomodaba la camisa tras recibir la cuarta dosis. Contó que en los primeros días de diciembre del 2021 le administraron la tercera inyección. Estimó que se demoró unos diez minutos.
Paladines recordó que en junio de 2020 un cuñado de 72 años murió por coronavirus.
Él está dispuesto a vacunarse las veces que haya que hacerlo para preservar la vida.
Inés Mejía, de 81 años, también fue a colocarse el refuerzo. En su carné de vacunación se menciona que recibió de Sinovac. En diciembre había accedido a la tercera dosis.
Cuando se le preguntó el motivo de haber ido a la inoculación, respondió: “Para prevenir”.
Recomendó usar mascarilla, alcohol y vacunarse. Pero hay personas que aducen que por recomendación médica o por falta de tiempo no se han inoculado y que buscarán espacio para hacerlo en los próximos días.
La ministra de Salud, Ximena Garzón, afirmó que durante casi dos meses hay bajos indicadores epidemiológicos.
Negó que haya un repunte de casos. Mencionó que hay un aumento de casos, que es una fluctuación normal de niveles endémicos.
Eso se observa en Quito, donde, por ejemplo, en las semanas 19 (hace dos semanas) y 20 (la semana anterior) hay un aumento de la positividad viral.
Según la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, la semana pasada la positividad viral fue del 12,1 %, en tanto que hace quince días fue de 9,1 %.
“Puede haber mayor contagio, puede haber un mayor número de casos diagnosticados. Estos casos diagnosticados no siempre necesitan hospitalización ni atención médica; muy poquitos han ido a hospitalización, a cuidados intensivos”, explicó Garzón en un foro organizado por la revista Forbes, el pasado jueves.
Agregó que hay un fallecido semanal desde hace varias semanas y que los hospitales están descongestionados.
Para la Secretaría de Salud, la capital de la República mantiene una tendencia estable de casos, muertes y hospitalizaciones, aunque destacó que durante las últimas cinco semanas no se han registrado fallecidos asociados a coronavirus.
Al médico Esteban Ortiz, activo en sus redes sociales, le preocupa el aumento de casos de COVID-19. Hasta el 26 de mayo —afirmó— había 343 casos al día, el doble que hace 18 días, cuando hubo 163 casos al día
“Si bien los casos son muy bajos aún (en relación con los más de 11.000 casos al día que tuvimos en enero de 2022), la velocidad de transmisión viene subiendo, y estas semanas he visto más gente con COVID-19 que en todo abril, y muchos ya no se hacen (pruebas) PCR; ergo, no se registran en el sistema”, acotó Ortiz.
Paúl Cárdenas, profesor asociado al Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, señaló que han subido de nuevo los casos de COVID-19 en Ecuador.
“¿Qué hacemos ahora con el Ecuador sin mascarilla y solo con (menos del) 40 % de tercera dosis? (…) Han pasado cuatro meses desde la ola BA.1 (ómicron) y se vienen variantes más contagiosas”, indicó.
Recomendó cuidarse usando mascarilla en sitios cerrados, ventilar los lugares, vacunarse con los refuerzos si hay riesgo de enfermedad grave.
Enrique Terán, Ph. D. en Farmacología, mencionó que dejar la mascarilla sin promover una adecuada cobertura con la dosis de refuerzo nunca fue una buena idea.
Las medidas se deben tomar con precaución y no seguir promoviendo una idea de “sobreseguridad”, opinó Terán.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) mantiene la campaña Ecuador sin Mascarilla.
A través de mensajes de texto manifiesta: “No dejes de vacunarte. Ponte el refuerzo, es el mejor escudo para la COVID-19″.
Patricio Rojas, microbiólogo, cuestionó los mensajes desde esa cartera de Estado. “Dejen de desincentivar el uso de la mascarilla. La única forma de reducir los contagios es con una buena mascarilla, mejorar la ventilación, usar filtros de aire. Es la vacunación más las otras medidas”, mencionó.
Para Garzón, si bien la pandemia no ha terminado, porque eso lo determinará la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ecuador está controlada.
Fuente: El Universo