Ecuador registró este 27 de septiembre un riesgo país de 1.726 puntos, de acuerdo con el Banco Central del Ecuador (BCE). Se trata del más alto índice durante este gobierno, que arrancó con 714 puntos el 24 de mayo de 2021. Y que ha visto cómo ha ido creciendo de manera importarte este indicador que mide la confianza de los tenedores de deuda en que el Ecuador honrará sus deudas a futuro.
El actual indicador es incluso mayor al alto riesgo que se registraba antes de las elecciones cuando los mercados temían una eventual victoria del correísmo en el país. En ese tiempo el índice llegó aproximadamente a 1.169 puntos. Pero luego bajó a 824 el 12 de abril, tras conocerse los resultados de la contienda electoral en favor de un gobierno más ortodoxo y más ordenado en sus finanzas públicas.
Así, en un año y cuatro meses de Gobierno, este indicador ha subido más de 1.000 puntos. Durante este lapso se han generado varios momentos que han contribuido a este resultado.
La primera subida importante de este indicador se dio en junio pasado, cuando al ver que las protestas protagonizadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que pedía mayores subsidios, se extendían y tomaban tintes muy preocupantes de violencia, subió hasta los 1.365 puntos. Así ya se perdía la ventaja que se había ganado con la llegada del gobierno de Guillermo Lasso.
El índice siguió subiendo cuando, en cambio, se vio que los pedidos de las mesas de diálogo generaban mayores gastos al fisco y afectaban el equilibrio fiscal.
Al 1 de agosto, otro problema que pudo haber empujado el índice fueron los comentarios sobre que Ecuador estaría en problemas con la petrolera Perenco, debido a un pedido de congelamiento de activos y cuentas que habría hecho la empresa en contra de Ecuador. Al final, el tema nunca se confirmó, pero es una preocupación que se mantiene patente.
Ahora la última subida parece ser una suerte de acumulación de problemas que tienen que ver con problemas económicos y políticos, externos como el precio del crudo e internos como la falta de gobernabilidad. Así también, el cambio de preferencias de los inversionistas.
Para Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), son varios los factores que elevan, al parecer, imparablemente el riesgo país. El primero es que los mercados se dan cuenta de una posible insostenibilidad fiscal. Ecuador tendrá problemas en financiar el déficit que va creciendo. Además se ve la volatilidad de los precios del crudo que han ido cayendo en los últimos días; adicionalmente hay incertidumbre sobre las posibilidades de crecimiento de la economía.
Pero además, dice Carrera, se ve una inestabilidad política en la cual hay pocas posibilidades de que la Asamblea pueda responder adecuadamente a las necesidades del país. Los resultados de las mesas de diálogo se ven pobres y preocupan las amenazas del sector indígena si no se cumplen sus pedidos. La fragilidad de la seguridad social es otro tema que genera inestabilidad. Además, hay problemas de inseguridad y narcotráfico.
Por su parte, Santiago Mosquera, analista económico, explica que una de las principales razones para el comportamiento de ese riesgo país y de la caída de los precios de los papeles ecuatorianos es un cambio en los portafolios de los inversionistas. Estos están buscando deshacerse de los papeles de países emergentes en general y llevar sus inversiones a países más seguros, pero que han mejorado su atractivo. Expone que, por ejemplo, el bono de EE. UU. ya está en 4 %, por lo que para los inversionistas se vuelven más atractivos estos países desarrollados y más bien dejan de lado las inversiones en países emergentes. Mosquera considera que no ha habido un deterioro adicional del país. “No creo que se esté castigando especialmente a Ecuador, pero al ser un país que tiene altas inversiones en bonos, entonces es un país que se ve afectado por esta sobreexposición”.
Mosquera recalca, sin embargo, que en junio hubo un repunte importante del riesgo, debido al ruido político que significaron las protestas indígenas, y del cual no se ha podido recuperar.
Entre tanto, para Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, detrás del incremento del riesgo país está el cambio del entorno internacional. Expresa que la Reserva Federal elevó la tasa de interés y todo apunta a que va a seguir elevándola de manera fuerte en los próximos meses. Adicionalmente, la fortaleza del dólar frente a otras monedas también hace que el precio del crudo caiga y se percibe un riesgo de recesión cada vez más patente del mundo industrializado.
De esta manera, para el Ecuador, el precio del crudo bajo y un entorno internacional donde el financiamiento sube significativamente deterioran el panorama, pues el país depende del petróleo y del endeudamiento externo. Dice que con riesgo país en la práctica el mercado de capitales está cerrado para Ecuador.
De acuerdo con Carrera, este problema no es de fácil solución. “El principal problema del Ecuador es no entender sus problemas”. Asegura que mientras la gente no entienda, por ejemplo, que este indicador del riesgo país es realmente conmovedor, no se buscará una solución. En este sentido, dice que el Ecuador debería buscar un acuerdo nacional y una pedagogía general que haga entender la realidad del país y qué es lo que hay que hacer para progresar. Y que para ello es necesario un sacrificio importante.
En este sentido, señala, lo que requiere el país es estabilidad fiscal. Y esto significa tener más ingresos. Sin embargo, diversos grupos económicos y sociales dicen no a más impuestos. Necesita gastar menos en subsidios, pero grupos sociales piden más bien subir subsidios. El Ecuador necesita mayor inversión, pero los grupos dicen no a las inversiones. Esta realidad es la que están percibiendo los mercados y por ello no mejora el riesgo país.
Fuente: El Universo