La madrugada del 10 de agosto de 1809 arrancó con el “Primer Grito de Independencia” que marcaría a Quito como la “Luz de América” por ser _según algunos historiadores_ el primer levantamiento independentista, y del cual se cumplen 213 años este miércoles.
La revolucionaria jornada empezó desde el 9 de agosto, fecha de la reunión en casa de Manuela Cañizares que contó con la presencia de muchos intelectuales, criollos y marqueses de la época. Fue la consolidación del proceso para desligarse de España frente al desgastado gobierno colonial.
Juan de Dios Morales, Manuel Quiroga, Juan Salinas, Juan Pablo Arenas, Pedro Montúfar (hermano de Juan Pío), José Riofrío, Antonio Ante, Francisco Javier Ascázubi, José Correa, Nicolás Vélez, fueron algunos de los asistentes que, cansados de ser desplazados del poder político, se movilizaron para crear una Junta Suprema que organizaría un nuevo gobierno.
Al frente de la Junta Suprema se ubicó Juan Pío Montufar como presidente, aunque los historiadores comentan que esa noche, fue la valentía de Manuela Cañizares lo que los impulsó a seguir: “Cobardes! Hombres nacidos para la servidumbre… ¿De qué tenéis miedo? No hay tiempo que perder”.
En la Junta Suprema, el obispo José Cuero y Caicedo fue nombrado vicepresidente; Morales; secretario en el despacho del Interior; Quiroga, de Gracia y Justicia; y Juan Larrea, de Hacienda.
Al amanecer del 10 de agosto de 1809, Antonio Ante acudió al palacio y presentó un oficio que indicaba el cese de las funciones de Manuel Urriés, conde Ruiz de Castilla y presidente de Quito, quien fue inmediatamente apresado por una centinela que aguardaba.
Aunque la Junta Suprema, motivada por la falta de apoyo del país, devolviera el poder al conde en octubre de ese mismo año, sus miembros fueron condenados a muerte tras el levantamiento de independencia, lo que provocó un intento de liberación al siguiente año. Manuela Cañizares fue una de las pocas que logró huir y no fue asesinada junto al resto de sus compañeros el 2 de agosto de 1810, por las tropas españolas.
La muerte de los próceres y su intento fallido de independencia inspiró la creación de una segunda Junta Superior de Gobierno, más radical y que incluyó la participación de los sectores populares de Quito, protagonistas del movimiento en respuesta al asesinato del 2 de agosto. El 11 de diciembre de 1810, este grupo elaboró la declaratoria de independencia de España y en 1812 redactó la constitución del Estado de Ecuador.
Fuente: El Universo