El cargamento estaba listo para ser enviado a Europa. Eran cerca de 2,5 toneladas de droga que fueron incautadas en uno de los puertos marítimos de Guayaquil. El alcaloide estaba camuflado en cajas de banano y para retirarlas del contenedor se necesitó la ayuda de unos seis estibadores y cuatro policías. Los agentes dicen que la mafia, que estaba detrás de ese cargamento, necesitó al menos el mismo número (10 personas), para introducir la droga.
Eso sin contar con toda la cadena que hay detrás para producir la cocaína, embalarla, transportarla desde Colombia, almacenarla en Ecuador y todas las personas que intervienen para infiltrarse en los puertos. En esta lista también están los cabecillas o narcotraficantes. Es decir, fácilmente los agentes calculan que para mover una carga superior a dos toneladas se requiere una logística en la que participan al menos 30 personas.
Pero en este operativo, ocurrido hace 10 días, apenas se logró la detención de una persona. La Policía informó que el sospechoso era el representante de la empresa exportadora, que usualmente sale libre de culpa tras comprobarse que las mafias se infiltraron en sus mercaderías.
Algo similar sucedió con otro cargamento que fue decomisado el 1 de abril pasado. La Policía se incautó de una tonelada que iba a los puertos de Guayaquil. En esa operación antidrogas tampoco hubo cabecillas detenidos ni emisarios. La Policía informó que se detuvo a una persona, quien dijo ser un chofer contratado.
La falta de aprehensión de jefes de mafias y sus secuaces no es un hecho aislado. Las cifras de detenciones por delitos de drogas revelan que, de todos los sospechosos capturados, apenas el 4,2% es por narcotráfico (123 personas). El resto (2 806) es por microtráfico, es decir, venta de alcaloide al menudeo en las calles.
Los capos no están aquí
Según el ministro del Interior, Patricio Carrillo, esto se da por varios factores. Uno de ellos es que Ecuador es un país de tránsito de droga. Esto significa que los alcaloides no se producen aquí y que los grandes capos están en Colombia y México.
Otro de los factores es la estrategia que tiene la Policía. Actualmente, los agentes tienen la misión de afectar las economías ilegales de las mafias. Por eso, se han concentrado en decomisar los cargamentos ilegales.
De allí que en lo que va del año se han decomisado más de 50 toneladas de droga. Ese es el trabajo conjunto que realizan cuatro unidades de la Policía. Entre ellas antinarcóticos, Policía Judicial, Inteligencia y la UIPA. Esta última es la unidad encargada de realizar inspecciones en los puertos y en los aeropuertos del país.
Los uniformados de estas secciones han detallado que en el 2021 y 2022, los narcos han intensificado sus operaciones ilícitas. Especialmente, en los envíos a Europa y Estados Unidos.
Trabajo conjunto
Para evitar que más cargamentos se infiltren en los puertos se han montado puntos de control en las fronteras y en las avenidas que conectan a Guayaquil con el resto del país.
Los militares se han unido a esta tarea en los últimos meses y ya se conocieron los primeros resultados. Hace dos días, se pretendió ingresar tres toneladas de droga en el país por Sucumbíos. Miembros de las Fuerzas Armadas detectaron al camión que traía los paquetes de droga y lo detuvieron. La Policía también montó un operativo en la zona y se logró capturar a 31 personas.
Ahora, los cuerpos de investigación indagan el rol que cada uno de los sospechosos tenía en la organización.
Fuente: El Comercio