Para este lunes está previsto el cambio de posta y retorno de la misión diplomática en Polonia que ha liderado el viceministro de Movilidad Humana, Luis Vayas. Desde Cracovia, en una entrevista con este Diario, el funcionario analiza cómo se ha desarrollado esta primera etapa de asistencia humanitaria con los ecuatorianos en Ucrania y repasa las acciones que se han hecho con quienes están ahora en Rusia.
¿Hay ecuatorianos todavía en Ucrania?
Aquí en Cracovia tenemos 15 compatriotas que han llegado en los últimos días, tras la salida del último vuelo humanitario del domingo pasado. Asimismo, hay entre 10 y 15 ecuatorianos que están saliendo de Ucrania o aproximándose hacia las fronteras.
¿Cuáles son las lecciones que ha dejado la operación en Ucrania a la Cancillería?
La principal lección es lo terrible que es una guerra. Luego, por supuesto, estuvo la alegría de ver a los ecuatorianos que podían salir de Ucrania. Esta situación ha estado marcada por la solidaridad, ya que en Polonia hay montañas de ropa para que la gente se proteja de temperaturas de -7°C en las madrugadas. También estuvo el caso de Diego Moncayo, con quien finalmente nos reunimos en una estación de bus en la que era difícil de caminar, porque el piso estaba lleno de refugiados.
¿Qué pasa con los ecuatorianos que están en Rusia ahora?
Estamos hablando de cerca de 3 000 ecuatorianos que viven en el territorio ruso, pero hay unos 1 000 junto a la línea de frontera entre Rusia y Ucrania. A todos se les recomendó primero abandonar la región junto a la frontera y también salir de este país. Al igual que con Ucrania, hemos armado un registro para conocer la ciudad en la que se encuentran y mantener contacto con ellos. Una crítica de estudiantes en Rusia es que ellos no tienen el dinero para regresar debido a los altos costos de los vuelos.
Hay que diferenciar la situación que se vivió en Ucrania y en Rusia. En el primero teníamos las llamadas zonas calientes. En el segundo, que también es uno de los países beligerantes, por ahora no existen zonas calientes, pero sí hay otros aspectos que dificultan la vida y el desenvolvimiento normal de nuestros compatriotas, como es el tema financiero.
Estamos haciendo negociaciones con países como Estonia, que permite una residencia temporal de hasta seis meses con un visado temporal. Sabemos que dejar Rusia tiene sus costos, pero lamentablemente esta es la situación. El Estado ecuatoriano no ha previsto algo como lo que se hizo en Ucrania con vuelos humanitarios.
¿Cómo está la relación entre la misión diplomática y los centros universitarios rusos?
Nuestro Embajador mantuvo reuniones con diferentes universidades, en especial con las que están cerca a Ucrania, donde estudiaban varios ecuatorianos. Hay centros que han dado facilidades de una especie de pausa en los estudios hasta que pase el conflicto o también estudiar en línea.
HISTORIAS
Francisco Palma
Maestrante en Comunicación y Resolución de Conflictos
Vivo en San Petersburgo. Acá todo, hasta ahora, ha marchado sin ninguna novedad. La verdad me sorprende cómo la gente toma muy tranquila la situación, es decir, no hay ninguna actividad fuera de una que otra manifestación. Los extranjeros sí estamos en ese tema de vivir en constante incertidumbre, porque el rublo ha caído y ahí uno puede darse cuenta de la magnitud de las sanciones económicas que se están llevando a cabo en contra de Rusia. Hay empresas que han quebrado y obviamente mucha gente está sin trabajo. Sobre el tema del acercamiento con la Embajada, pues no hubo ningún tipo de acercamiento. Parece ser que se trata de un mal manejo de comunicación en crisis. Nos dijeron que el día lunes nos íbamos a reunir con el embajador aquí en San Petersburgo, pero ayer en la mañana habían cancelado el encuentro.
Alejandra Campana
Maestrante en Business Management
Vivo hace dos años en Kursk, una ciudad que es una base militar. Aquí siempre se veía a los convoyes que iban y volvían, pero a eso de mediados de febrero empezaron a escucharse con más frecuencia. El conflicto es en la frontera, no se siente en el territorio ruso. Empezando el 2022 hubo cambios, empezó a subir el precio de la canasta básica, pero no era un precio tan significativo. Ya con la guerra comercial en contra de Rusia se han sentido un poco más los cambios. El embajador ecuatoriano llegó a nuestra universidad a finales de febrero y nos dijo que la guerra no está aquí sino en la frontera y que ya había hablado con las autoridades pertinentes. Nosotros le preguntamos si tenía algún plan de contingencia o para nosotros saber a dónde poder dirigirnos en caso de que pase algo, pero no nos supo responder mayores detalles.
Álex Darío Remache
Estudiante de Ingeniería Civil
Estoy exactamente a dos meses de terminar la universidad. Vivo en la cuidad de Kursk, a unas tres horas de Ucrania. Aquí la dinámica de la vida no ha cambiado. La mayoría de los estudiantes extranjeros de la universidad optó por salir porque les dieron la posibilidad de tener clases ‘online’. Yo sigo en modalidad presencial. Mis padres financian mis estudios. Ahora está un poco difícil recibir dinero porque, por ejemplo, Western Union va a dejar de funcionar acá este 24 de marzo. La Embajada ecuatoriana se reunió con nosotros para hablar sobre evacuaciones y búnkeres, entre otras cosas, pero a fin de cuentas esas acciones dependen más de lo que decidan las autoridades de mi ciudad. Por ahora, en el caso de la comida, lo único que ha subido un poco son los productos de importación; los artículos de primera necesidad se siguen manteniendo al mismo precio.
Bryan Loor Lucero
Estudiante de Física Nuclear
Vivo en Rusia desde hace tres años y medio. Estoy en Óbninsk, punto medio entre la capital y la frontera con Ucrania. Hasta hace una semana se podían ver todas las noticias internacionales sin ninguna restricción. Luego comenzaron los vetos por parte de Facebook, Instagram y YouTube. Con respecto a la Embajada de Ecuador en Moscú hay bastante inconformidad. Se supone que ellos son los responsables de darnos las facilidades, pero ni siquiera tenían un censo. Nos dijeron que hagamos un plan de contingencia. Y en lo referente al dinero, yo estoy sin tarjeta porque no funcionan si no se emitieron en territorio ruso. Actualmente, el Gobierno ruso paga a mi universidad; el dinero que recibo para manutención llegaba gracias a mis padres. Los vuelos ahorita están escasos, las únicas salidas son por Estambul y los pasajes cuestan más de USD 2 000.
Madeleyne Cruz
Estudiante de Psicología
Cuando empezó lo de la guerra entré en estado de pánico. Vivo en Rostov del Don, a unas horas de la frontera con Ucrania. Un día me desperté con un montón de mensajes de mis padres, de mis amigos, quienes me preguntaban si estaba bien. Yo no tenía idea de lo que estaban hablando, hasta que empecé a ver las redes sociales y las noticias. Al menos en Rusia se decía que no iba a pasar nada porque ese conflicto ya llevaba como unos ocho años. Mis papás se preocuparon muchísimo y querían que regresara a Ecuador, pero cerraron las fronteras y el aeropuerto que está aquí mismo, entonces no había manera de volver y tampoco tenían dinero para el retorno. La Embajada de Ecuador vino a la universidad para una reunión, pero nos dijeron que no van a hacer nada porque no nos encontrábamos en peligro; entonces, que si queremos regresarnos, pues veamos por nuestros recursos.
Fuente: El Comercio