El Gobierno pronto empezará a trabajar en la proforma presupuestaria del 2023 y el ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, indica que deben ser muy prudentes con los recursos, pues son escasos y el precio de petróleo es muy volátil, de ahí la prudencia “para seguir manteniendo la economía ordenada a la vez de poner cada vez más foco en lo social”. La proforma se debe entregar en octubre a la Asamblea Nacional.
En torno a esos recursos que recalca que no sobran, hay la expectativa en los diálogos que se mantienen con las organizaciones indígenas para que el peso de los subsidios no sea tan alto. “Estamos viendo la oportunidad de pasar de una situación actual donde cuestan más de $ 3.000 millones, que equivale a lo que el país invierte en salud o educación, pasar a una cantidad que esté enfocada para que el subsidio lo reciba quien lo debe recibir”.
Y en financiamiento el país seguirá cerca de los organismos multilaterales. “Ecuador hace más de veinte años que no ha logrado culminar con éxito un acuerdo con multilaterales, nosotros estamos trabajando por el bienestar de los ecuatorianos y es el mejor interés de los ecuatorianos culminar con éxito un acuerdo con los multilaterales y seguir trabajando en equipo, porque son ellos los que nos facilitan recursos en las mejores condiciones: plazos amplios, tasas bajas e inclusive años de gracia para con esos recursos asegurar el gasto social”.
Ecuador espera un último desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) de $ 700 millones, previsto para diciembre y con el que también asegurará el gasto social en el presupuesto. Con ello se cerrará el acuerdo firmado en el 2020 en el gobierno de Lenín Moreno, que significó un crédito por $ 6.500 millones durante 27 meses.
Arosemena ya tuvo reuniones con el FMI y otros organismos internacionales la semana pasada y ese acercamiento se atribuye como uno de los factores para que cediera el riesgo país que se había disparado tras las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y que paralizaron el país 18 días en junio pasado.
Ese indicador llegó hasta los 1.600 puntos el 15 de julio y bajó a 1.266 puntos el viernes 22 de julio. Sin embargo, en esta semana volvió a un sube y baja y superó los 1.300 puntos. El Banco Central del Ecuador reporta que el 27 de julio el riesgo país era de 1.351 puntos. El portal financiero Ámbito de Argentina publicó que este jueves, 28 de julio, este indicador se encuentra en 1.326 para Ecuador.
Pero esa última subida ya no tendría que ver con Ecuador, sino con el contexto internacional, según el ministro de Economía. “La subida de las tasas de interés (por ejemplo), eso es por contexto global porque afecta a toda Latinoamérica”. Sin embargo, sí espera que vuelva a bajar este indicador en la medida que vayan llegando a acuerdos en las mesas de diálogo. “Por eso es tan importante llegar a acuerdos”, comentó.
Fuente: El Universo