Una Junta Investigadora de Accidentes (JIA) de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) maneja una hipótesis de que el daño causado al radar ubicado en el cerro San Isidro en Montecristi (Manabí) habría sido causado por un elemento externo; a la par, que se resolvió proceder con procesos sancionatorios administrativos a 25 militares de esa Fuerza.
Ello es parte de las primeras indagaciones que se realizan a lo interno de la FAE, luego de que el 7 de noviembre del 2021 a pocas semanas de instalado el radar de vigilancia del espacio aéreo nacional, fue afectado por una explosión que lo dejó sin funcionamiento.
Este viernes 1 de abril, el comandante de la Fuerza Aérea, Geovanni Espinel Puga, acompañado del ministro de Defensa, Luis Hernández expusieron varias de las conclusiones de las investigaciones, e informaron que se hizo un pedido a la Fiscalía General del Estado para que se permita trasladar el dispositivo hasta la Base Aérea de Latacunga (Cotopaxi) para evitar que sus componentes continúen deteriorándose.
El comandante detalló que la Junta Investigadora llegó a tres hipótesis, de las que dos fueron descartadas. La primera en que se habría registrado la explosión de una bomba y, la segunda, que la explosión habría sido causada por un mal funcionamiento de uno de los componentes. Sin embargo estas se desestimaron, porque no se registró ninguna alerta que dé aviso de una situación crítica.
La tercera hipótesis y que es la validada, es que la explosión se habría dado con un elemento externo que dejó múltiples daños al radar.
Asimismo, como parte de las investigaciones, la JIA dispuso el inicio de procesos administrativos disciplinarios para 25 militares de la FAE, de los que 16 son a oficiales y nueve a aerotécnicos. El argumento es que se habrían dado “fallas en la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad física” (del radar).
“No vamos, por ningún concepto, a permitir que la corrupción se mantenga, sino que, de manera frontal con base en los reglamentos, dando a conocer de una manera transparente. Cumplimos, en donde el espíritu de guerra está para la guerra, no para esconder”, enfatizó el oficial.
De forma paralela, la Fiscalía mantiene la investigación previa sobre este hecho, pero la FAE aspira que se le permita trasladar el aparato militar hacia la Base Aérea de Latacunga, para conservar la estructura.
“Una de las conclusiones y recomendaciones que se han hecho, es que en el menor tiempo posible hay que sacar el radar de Montecristi porque se están dañando sus elementos. (…) (El objetivo) es sacarle al radar y llevarle a Latacunga para realizar el análisis y conocer el estado en el que se encuentran”, recalcó Espinel.
Para esto requieren la autorización de la Fiscalía General, que mantiene bajo custodia el lugar así como el radar.
Hernández reiteró que se ha hecho el pedido al organismo para que se autorice el traslado y espera que pronto se tenga una respuesta afirmativa.
Espinel justificó la necesidad de tener este radar en Manabí porque es desde ahí de donde salen las avionetas con sustancias sujetas a fiscalización; y de las cifras que se disponen, en el Ecuador hay alrededor de 370 campos de los que varios de ellos serían utilizados para actividades ilícitas, como para transportar la droga hacia el exterior. De los cuales, 28 estarían en esa provincia.
Fuente: El Universo